miércoles, 28 de enero de 2009

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El siglo de Lévi-Strauss.


Claude Lévi-Strauss, padre del estructuralismo, cumplió 100 años el pasado 28 de noviembre. La ocasión es propicia para hacer un pequeño repaso de su obra y su legado teórico y metodológico, que marcó el devenir de las ciencias sociales en la segunda mitad del siglo XX.
Con su lucidez intacta, el célebre antropólogo francés –aunque nacido por azar en Bruselas en 1908– recibió los homenajes que le dedicaron en su centésimo cumpleaños. Un somero recorrido por internet nos da una idea de la profusa atención que la prensa mundial dedicó al evento. ¿Por qué? No es común que la prensa comercial dedique tanto espacio a una figura estrictamente académica, y nada más lejos del perfil profesional cultivado por Lévi-Strauss que la leyenda romántica del antropólogo aventurero al estilo Indiana Jones.
Recorrer someramente su vida y su obra nos puede ayudar a entender la causa de semejante despliegue. Muchos de los textos recientemente publicados comienzan con una de las frases más llamativas del pensador: “Odio los viajes y los exploradores”. Esa antipatía estaba vinculada a la necesidad de diferenciarse de la moda –reinante por entonces en Francia– de las conferencias de viajeros: “¿Qué oímos en esas conferencias de viajeros exploradores y qué leemos en esos libros? La lista de las cajas que se llevaban, las fechorías del perrito de a bordo y, mezcladas con las anécdotas, migajas insípidas de información que deambulan por todos los manuales desde hace un siglo”. Con los fragmentos citados empieza su libro Tristes trópicos que, paradójicamente, es el exquisito relato de sus travesías por el Amazonas, hechas quince años antes. La fluidez de su prosa hace de este texto un material particularmente apto para trabajar con adolescentes, que encontrarán allí una oportunidad para iniciar el contacto con uno de los pensadores más influyentes del siglo XX.
Asimismo, ese texto marca un hito porque se distancia de la tradición eurocéntrica y biologicista, que había estado vinculada a las ideas predominantes en la Europa del siglo XIX y había dado sustento teórico a la expansión colonialista. Tradicionalmente, la antropología revistaba en el campo de las ciencias naturales, y las características culturales y sociales de los pueblos llamados “primitivos” se consideraban derivadas de características raciales, fisiológicas o climáticas. La obra de Lévi-Strauss ha sido uno de los puntales del pasaje hacia una mirada capaz de valorar el multiculturalismo y el mestizaje cultural, como destacaron los organizadores del homenaje que le dedicó la Unesco.

De profesor a etnógrafo.


En una entrevista, el célebre antropólogo relató de qué manera se dio su pasaje de la docencia a la etnografía: "Nació de un telefonazo. Marcel Mauss y su equipo reclutaban entre los licenciados en filosofía gente que quisiera trabajar en el recién creado departamento de etnografía, una ciencia que acababa de adquirir rango universitario y que hasta entonces había dependido de misioneros y administradores coloniales. Yo (…) tenía ganas de descubrir el mundo. Y de ahí que aceptase un puesto en la Universidad de São Paulo y comenzase mis viajes de etnólogo".
Lévi-Strauss vivió en Brasil entre 1935 y 1939, y esa estadía marcaría para siempre su trayectoria intelectual. Sus trabajos sobre los mitos y las estructuras del parentesco consolidaron un método y una perspectiva que, lejos de todo pintoresquismo, trata de describir las invariantes, es decir, los modelos de relaciones y formas de intercambios que se mantienen idénticas a través de la serie de modificaciones más superficiales. Un mismo mito, por ejemplo, admite múltiples versiones, conservando sin embargo una misma estructura. Esta forma de trabajar, desde los comienzos entraba en un diálogo sumamente productivo con otras disciplinas, fundamentalmente con la lingüística saussureana y los desarrollos de Vladimir Propp y Roman Jakobson. En particular, Lévi-Strauss ha destacado la decisiva influencia que tuvo su encuentro con este último, ocurrido en Nueva York durante la Segunda Guerra Mundial, donde ambos estaban exiliados: “El encuentro con Roman Jakobson fue definitivo. Me reveló que era estructuralista sin saberlo”.

La ola estructuralista.


En los años 60, el enfoque estructural marcó un cambio profundo en el conjunto de las ciencias sociales, de la mano de una generación de excepcionales pensadores que, desde Francia, irradiaron a todo el mundo nuevas perspectivas en un amplio conjunto de disciplinas: desde la reformulación del psicoanálisis freudiano que impulsó Jacques Lacan hasta la filosofía de Louis Althusser, pasando por los trabajos de Roland Barthes en el terreno literario y de Émile Benveniste en la lingüística. Todos ellos abrevaron, de manera más o menos directa, en los trabajos de Lévi-Strauss y, en conjunto, dieron origen a uno de los movimientos teóricos más importantes del siglo XX.
Si bien los años de la efervescencia estructuralista han quedado lejos, el legado de rigor metodológico y teórico y el espíritu de renovación que esta escuela aportó al campo de las humanidades sigue fructificando entre sus discípulos. Aun desde las críticas y reformulaciones a las que se lo ha sometido, el estructuralismo sigue siendo una referencia ineludible en los debates centrales de las ciencias humanas.

Antropología y tolerancia.


Finalmente, resulta oportuno recordar un texto que simboliza el aporte de Lévi-Strauss a la convivencia intercultural y la lucha contra la discriminación, que sufrió en carne propia durante la ocupación alemana en Francia. Se trata de “Raza y cultura”, conferencia que dictó en la Unesco en 1971, en el marco del programa de lucha contra el racismo impulsado por esa institución. Allí el etnólogo advertía: “No hay nada que indique que los prejuicios raciales estén disminuyendo. En cambio, sí hay indicios de que, tras breves períodos de calma en algunas partes, vuelven a resurgir en otras con intensidad redoblada. De ahí que la Unesco haya creído necesario entablar periódicamente una lucha cuyo resultado es, por lo menos, incierto”.
En tiempos en que educar para la tolerancia y la convivencia pacífica resulta un desafío capital para los docentes, este legado constituye un punto de referencia digno de ser explorado y debatido junto con los alumnos y un aporte valioso en el esfuerzo de comprender las diferencias sociales y culturales.
Para quienes deseen profundizar el tema, ofrecemos un panorama de sitios de internet en los que se puede encontrar información acerca de la obra de este maestro contemporáneo, un panorama de los homenajes y algunas entrevistas y notas periodísticas en torno a su figura.

"Lévi-Strauss cumple 100 años", nota de BBC Mundo.
Página del museo Quay Branly que alberga fotografías y piezas de valor etnográfico provenientes de las expediciones de Lévi-Strauss y fue el centro de los homenajes que se le hicieron el 28 de noviembre pasado en París.
Especial preparado por el canal Encuentro
Nota publicada en la revista Ñ digital como homenaje al centenario de Lévi-Strauss
Nota publicada en El País, de España
Entrevista con Marc Augé acerca de la obra y la influencia de Claude Lévi-Strauss
Entrevista de Auxilio Alcantar con el antropólogo francés Philipppe Descola, a propósito del centenario de Claude Lévi-Strauss
La conferencia “Raza y cultura” se puede escuchar en francés en la edición virtual de El Correo de la Unesco, que dedicó un número especial al centenario de Lévi-Strauss.
Autor: María Elena Qués
26-01-2009

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